Junio 2016
YO, CHRISTIANE F (los hijos de la droga)
Kai Hermann y Horst Rieck, dos periodistas, en vista del número de adolescentes que morían por sobredosis, decidieron hacer un reportaje sobre los problemas de la juventud en Alemania. Conocieron a Christiane, de tan sólo 13 años, cuando ésta se presentó en un tribunal de Berlín en calidad de testigo. Las dos horas de entrevista que tenían previsto con ella se convirtieron en meses y de ahí nació el libro: Yo, Christiane F (Los hijos de la droga) también conocido como Los niños de la estación del Zoo. Se dio paso a la película de 1981 dirigida por Uli Edel.
Yo, Cristina F es un filme duro, muy duro que no hace ningún tipo de concesión. A destacar los actores que trabajan notablemente a pesar de su juventud y todo acompañado por la música de David Bowie. Uli Edel prescinde de adornos, los planos, el ritmo y la forma de presentar a los personajes casi parece la de un documental. El único recurso es una fotografía granulada, colores apagados y un ambiente gris y opresivo que ayuda a meterse en el mundo de los protagonistas donde un “chute” es su única manera de escapar de la realidad. Al igual que el libro, evita los elementos estéticos y se centra en el realismo y la fidelidad para narrar los hechos. A día de hoy la película se ha reeditado (incluyendo versión blu-ray) pero el libro sigue siendo difícil de encontrar.
Christiane demuestra que el sufrimiento y desamparo de los adolescentes van más allá de simples medios materiales. Por ello, a pesar del valor cinéfilo que posee la película también recomiendo el libro, que explica mejor ciertas causas de la drogadicción o el alcoholismo entre los jóvenes: un monstruoso egoísmo adulto. No busca penalizar a vendedores o intermediarios, sino a la propia sociedad, a la escuela, al entorno familiar, cuya carencia de valores condena a los más jóvenes a caer en pozos muy hondos de los que muchas veces no salen.
Prólogo de la novela: Horst-Eberhard Richter (psicoanalista):
"Christiane, como miles de otros niños y adolescentes, se alejaron de su entorno familiar porque estaban decepcionados. Los adultos, en general, no supieron brindarles una imagen de comunidad fraternal, un espacio para ellos en el que querían integrarse y a la vez sentir que recibían comprensión, seguridad y afecto. Christiane, como todos los integrantes de su pandilla poseían padres que inconscientemente les transmitían sus frustraciones y su angustia, tanto física como psíquica. Después de haber concluido la lectura de este libro, más de uno se preguntará: ¿Quién era la persona más humana próxima a la desventurada Christiane, drogadicta y delincuente, cuando las personas más cercanas a su entorno reconocidas habitualmente como "normales" por la sociedad moderna se reconocen también como "honorables"?.
Dejo el link para leer la novela online: Libro: Yo, Cristina F