Agosto 2018
EL COMBATE
Éste es un libro notable, sobre uno de los encuentros de boxeo más importantes de la historia, que tuvo lugar en el Zaire, en 1974, entre Muhammad Ali y George Foreman, dos atletas de elite, campeones del mundo de boxeo. Y está escrito por uno de los periodistas y escritores más relevantes del siglo XX.
El autor, Norman Mailer (1923-2007), viajó a África para seguir de cerca el entrenamiento de ambos luchadores. Pero no realizó una crónica al uso, sino que puso de manifiesto la corriente de El nuevo periodismo, de la que él mismo fue figura principal. Un estilo, surgido en los años 60, que consiste en transmitir de forma subjetiva, mezclando el periodismo con los diferentes recursos de la novela. De forma que el libro resulta tremendamente ameno, sobre todo porque Mailer demuestra tener una mente brillante, con la agudeza propia de un detective, psicólogo y policía, todo en uno.
Con El combate, el escritor se deja llevar por una prosa casi poética en ocasiones, realizando múltiples metáforas y paralelismos sobre la belleza o incompetencia de aquellos que le rodean. Mailer combina una inteligencia superior, junto con décadas de experiencia, y una personalidad inquieta, siempre pendiente de observar todo a su alrededor. El resultado es un libro fuera de serie, que muestra toda la complejidad del boxeo, repasando con detalle muchos aspectos relevantes de este deporte.
A pesar del carisma y cualidades pugilísticas de Ali, con las que logró cautivar al mundo, Mailer no se deja seducir por la imagen que quería proyectar este boxeador, y no duda en exponer tanto sus flaquezas como sus virtudes, sabiendo ver a la persona real tras la máscara. Ali fue un genio del espectáculo, innovador tanto en boxeo como en la publicidad, con una capacidad de interpretar digna de un actor, que le servía para ocultar sus debilidades y sacar de quicio a sus rivales.
El libro es recomendable incluso para aquellos profanos de este deporte. Los análisis de Mailer no se limitan a comentar el estado de los luchadores, además realiza múltiples observaciones sobre el estado político del Zaire, su historia, el funcionamiento de su burocracia, el comportamiento de los lugareños así como el suyo propio, llegando a hablar de sí mismo en tercera persona. Él único punto en contra es que a veces se deja llevar demasiado por sus reflexiones, hasta el punto de divagar sobre detalles superfluos, que no aportan gran cosa, restando ritmo narrativo. Aunque esto, probablemente fuera consecuencia directa de sus compromisos editoriales, de cumplir con un determinado número de páginas. A pesar de todo sigue siendo una obra brillante.